La primera novela de amor adolescente de la escritora Marissa Meyer, autora de la saga «Crónicas lunares» promete enganchar a aquellos lectores que buscan sumergirse en una lectura más relajada y fresca al mismo tiempo. Lejos de sus habituales mundos de fantasía, en Karma al instante, Meyer promete desarrollar una historia con personajes cuyas personalidades son complejas, y con los cuales es fácil empatizar –o no-.
Prudence Barnett es una adolescente obsesionada con su rendimiento escolar. Sus notas son brillantes, pero sus habilidades sociales dejan un poco que desear, ya que tiene un notorio defecto que más de algunas veces ha frustrado sus interacciones: es tremendamente prejuiciosa y soberbia.
Al contrario de su compañero de laboratorio, Quint Erickson, quien a pesar de faltar bastante a clases, es un joven risueño y con cercanía al resto de los estudiantes de la secundaria de Fortuna, pero a ojos de Prudence, el popular Quint no es más que un holgazán; lo que a simple vista parece ser correcto, al haber sido de mínima ayuda durante todo el semestre académico.
Las vueltas de la vida son poderosas, porque tras un leve accidente, Prudence despierta con la capacidad de repartir karma al instante a quienes ella desee, pero hay una persona inmune: Quint.
Este libro desarrolla en 500 páginas una historia de amor por la fauna marina y autodescubrimiento. Al comienzo, Prudence es una joven bastante molesta y soberbia. A sus ojos, nadie es mejor ni más inteligente que ella, y cuesta conectar con su personaje por lo mismo, pero a lo largo de la historia nuestra protagonista va desarrollando sensibilidad por otras personas, por los animales y sobre todo: por Quint.
Karma al instante se desarrolla en un balneario costero llamado Fortuna Beach, donde por cosas del destino Prudence debe realizar un voluntariado en un centro de rescate marino. Esto me pareció muy interesante, y al mismo tiempo una forma sutil de hacer activismo. El lector puede aprender sobre cuidado animal y los principales riesgos a los que el ser humano expone a quienes habitan el océano. No había leído otro libro que tratase tan bien esta temática.
Por otro lado, el romance de la historia se desarrolla pausada y lentamente; eso siempre se agradece, sobre todo en una novela de 500 páginas. El único pero con esta historia es la habilidad que tiene Prudence. Claro, puede desatar karma al instante, pero… ¿por qué?
A pesar de ese detalle, recomiendo esta lectura a quienes busquen una pausa de libros más densos y quieran disfrutar una historia donde más allá del romance, los animales son lo primordial.
Por Catalina Fernández. Instagram @lecturalis.cl
Karma al instante, de Marissa Meyer, está disponible en nuestra tienda virtual y librerías del país.
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